Las calderas industriales son equipos que se utilizan para diversas aplicaciones en el ámbito de la industria moderna y de varios comercios para generar, sobre todo, energía térmica, vapor de agua o agua caliente. Si atendemos a los usos más habituales que tienen las calderas industriales, podemos mencionar que estas se emplean en diversos procesos químicos, a modo de calefacción, para producir energía eléctrica o también en el ámbito de la limpieza industrial, entre otros.
Debido al sistema térmico que hace funcionar esta caldera, hablamos de una maquinaria que requiere de una revisión y supervisión constante por parte de un equipo humano. El trabajo de operador de calderas resulta cada vez más habitual en las industrias y se entiende como uno de los puestos más demandados en la actualidad en este ámbito.
A continuación, queremos traerte toda la información relacionada con el uso de las calderas, por si estás planteándote trabajar como operador de calderas. Como bien hemos mencionado, existen distintos tipos de calderas industriales, dependiendo de la industria y el funcionamiento que tengan. Generalmente, podemos atender a aspectos tan esenciales como la medición de la presión de las calderas industriales como uno de los puntos clave, tal y como explicamos más adelante.
¿Cómo se mide la presión en las calderas industriales?
La presión es uno de los elementos clave si no el más importante a la hora de trabajar con calderas industriales. Hablamos de una magnitud que mide la fuerza de una unidad de superficie y que se representa por Newton. A la hora de medir la presión en las calderas industriales, lo más habitual en la industria es utilizar manómetros.
Este tipo de medidor se encarga de plasmar con efectividad la presión efectiva, también conocida con el nombre de presión manométrica. Existen algunos manómetros que también pueden medir presiones absolutas. El manómetro de Bourdon suele ser el más habitual, y lo forma un tubo metálico con una sección elíptica de forma circular que se conecta directamente a la caldera industrial o a una instalación asociada.
Este aparato mide la presión del gas, y utiliza una aguja para indicar la presión en la escala correspondiente. Es obligatorio que todas las calderas industriales posean un manómetro en todo momento que indique la presión a la que se halla el vapor como método de seguridad.
Generalmente, este manómetro puede medir e indicar en todo momento la presión de un fluido tanto gas como líquido en unidades de presión, como pueden ser las libras por pulgadas cuadradas, el kPa, el bar o las atmósferas, dependiendo de las regulaciones locales y de la preferencia de cada industria. También es posible medir la presión de una caldera con un manómetro de diafragma, con un manómetro de pistón y cilindro o con un manómetro electrónico, que suele ser el más moderno.
Medir la presión en las calderas industriales es imprescindible para su correcto funcionamiento y para la seguridad y eficiencia de estas. Y es que, como nos comentan desde https://www.calderasformacion.com/precio-curso-operador-calderas/, la medición de la presión de las calderas suele ser uno de los principales puntos en el temario para sacarse el título de operador de calderas.
El curso de operador de calderas es indispensable para trabajar con estas herramientas en todo tipo de industrias, y puede resultar un salto en tu carrera profesional si quieres dedicarte a este mundo. Por ello, te recomendamos que les eches un vistazo a los cursos de operador de calderas de los que dispone esta empresa, pues son de los más completos y económicos.
¿Qué presión tiene que tener la caldera?
Una vez que ya hemos entendido cuál es el funcionamiento de una caldera y de qué manera se mide la presión en las calderas industriales, tenemos que hablar de la medida adecuada en una caldera. Generalmente, se recomienda siempre que la presión recomendada de trabajo en las calderas sea de 1,5 bar. En el caso de que se efectuase un intervalo de presión en caliente o en frío, lo habitual sería contar con 1 bar en frío y 2 bares en caliente.
Más allá de eso, como ya hemos mencionado anteriormente, la presión específica de cada caldera industrial siempre variará en función del tipo de caldera, de la aplicación para la que vaya a utilizarse y de su propio diseño y fabricante. Por ello, suele hacerse una distinción siempre entre las calderas de vapor, las calderas de agua caliente, las calderas de agua sobrecalentada y las calderas de alta presión. En cada uno de estos casos, se tendrá que hallar una temperatura y una presión adecuada para el correcto funcionamiento de la caldera.
Además de esta información, también es importante destacar que la presión en las calderas siempre se tendrá que mantener dentro del rango que especifica el propio fabricante. Asimismo, se tendrán que considerar las regulaciones de seguridad y los códigos que se aplican, o bien en la industria o en la propia empresa, conforme a los estándares privados.
¿Qué pasa si hay poca presión en la caldera?
Finalmente, hablamos de presión baja en la caldera cuando esta se encuentra a menos de 0,5 bar. La poca presión en la caldera indica un problema, puesto que todas las calderas contienen un presostato de seguridad por baja presión y, por lo tanto, el momento en el que la caldera alcance esta cifra mencionada quedará inactiva para prevenir problemas mayores.
De esta forma, una vez que la presión baje de las 0,5 bar, tendremos que volver a regular la caldera a la presión recomendada por el fabricante para que esta pueda volver a ejecutarse y retomar su funcionamiento. Este es uno de los trabajos a los que debe dedicarse un operador de calderas. Una vez que la caldera vuelva a estar activa, habrá que asegurarse de que esta no ha sufrido ninguna avería y de que se encuentra en un estado seguro y eficiente.
Algunos de los problemas más comunes de presión baja en la caldera pueden llevar a un rendimiento ineficiente. Esto se traduce en el hecho de que la caldera no sea capaz de generar la suficiente cantidad de agua de vapor o de agua caliente y que esto termine por perjudicar a la instalación. La falta de presión también puede llevar a un sobrecalentamiento de la caldera y dañar los componentes internos de esta, algo que terminará en una reparación costosa.
Más allá de esto, una presión baja puede significar también un aumento del consumo de combustible, puesto que la caldera necesitará realizar más trabajo para lograr los niveles de presión eficientes. El riesgo de daños, como ya hemos mencionado, también es otro aspecto a evitar. Cuanto más tiempo se mantenga la caldera con una presión baja, más costosos pueden ser los daños que esta sufra.
¿Qué pasa si la presión de la caldera está muy alta?
Como bien hemos estado mencionando, la presión en la caldera es el principal aspecto en el cual tenemos que fijarnos para mantener un entorno seguro y garantizar el funcionamiento correcto y adecuado de la caldera. A la hora de atender a los tipos de presión de la caldera, tenemos que mencionar que existen tres tipos:
- Presión de diseño. Este valor también se denomina presión máxima de trabajo y se emplea para calcular las partes que van a estar a presión dentro de la caldera.
- Presión de servicio. Hablamos de la presión de calderas industriales en las cuales el usuario de la caldera pasa las responsabilidades al operario de calderas para que esté la utilice, pero en ningún momento sin sobrepasarse en el ajuste de las válvulas de seguridad.
- Presión Máxima de servicio. Como su propio nombre nos indica, hace referencia a la presión máxima que la caldera puede soportar una vez que esta se conecta a la instalación receptora. Llegados al punto en el que la caldera supere la presión, las válvulas de seguridad evacuarían y los operadores de calderas tendrían que controlar y supervisar la situación.
Una vez entendido esto tenemos que mencionar que, a la hora de hablar de demasiada presión en la caldera industrial, mencionaremos que el límite suele establecerse en 3 bar. Pasada esta cifra, la válvula de seguridad se abrirá para impedir que la presión continúe ascendiendo hasta alcanzar límites peligrosos y dañinos. Las válvulas de seguridad son una fuga de escape para el vapor que se acumula en el interior, las cuales se abren siempre y cuando sea necesario.
Otro aspecto que hay que considerar cuando la presión de la caldera industrial comienza a ascender rápidamente es que hay que vigilar los vasos de expansión. Estos no deberían dar problemas si se encuentran en buen estado y en buenas condiciones, pero si los vasos de expansión tienen algún tipo de avería, la presión se incrementará todavía más, lo cual puede determinar una situación no deseada y potencialmente dañina.
Por todos estos motivos que hemos mencionado, resulta tan relevante la figura del operador de calderas. Las calderas industriales necesitan no solo una supervisión y un mantenimiento constantes, sino que también una medición de la temperatura y de la presión que nos confirme que los aparatos funcionen debidamente para los propósitos deseados y que también el entorno de trabajo resulte seguro para toda la plantilla industrial.