Skip to content Skip to sidebar Skip to footer

Antes de comprar un aire acondicionado o un equipo de climatización, es fundamental comprender la importancia de la etiqueta energética, un requisito legal diseñado para proporcionar a los consumidores información crucial que les ayude a tomar decisiones informadas al adquirir aires acondicionados.

Esta etiqueta no solo facilita la elección de equipos más eficientes desde el punto de vista energético, sino que también contribuye a la reducción del consumo de energía y, por ende, a la disminución de la factura eléctrica y al impacto ambiental.

¿Qué es el SEER?

Dentro de la información que encontramos en estas etiquetas, el SEER (Seasonal Energy Efficiency Ratio) o coeficiente de eficiencia energética estacional es una métrica clave para evaluar la eficiencia de los aires acondicionados en modo de refrigeración.

El SEER mide la relación entre la cantidad total de refrigeración proporcionada durante la temporada de enfriamiento (expresada en BTU o kWh) y la cantidad total de energía eléctrica consumida por el equipo en ese mismo período, teniendo en cuenta condiciones promedio de temperatura interior de 20°C y exterior de 28°C.

Un SEER más alto indica una mayor eficiencia energética. Por ejemplo, un SEER de 6 indica que por cada kilovatio-hora (kWh) de electricidad consumida, el aire acondicionado es capaz de producir 6 kWh de enfriamiento.

Es esencial, por tanto, buscar equipos con una calificación energética de clase A o superior, ya que estos suelen tener un SEER más alto, lo que se traduce en un menor consumo de energía para la misma cantidad de refrigeración. Como nos dicen desde tsclima.com, instaladores de aire acondicionado de Valencia, “al seleccionar un equipo con una alta eficiencia energética no solo se contribuye a la sostenibilidad ambiental, sino que también se optimizan los costes operativos a largo plazo”.

Clasificación energética en modo refrigeración

El siguiente listado muestra la clasificación de eficiencia energética para sistemas de aire acondicionado cuando operan en modo refrigeración, basada en su Índice de Eficiencia Energética Estacional (SEER, por sus siglas en inglés). Gracias a TSClima por la ayuda para su elaboración.

  • SEER superior a 8,5 corresponde a la categoría A+++, indicando la máxima eficiencia y ahorro energético.
  • Un SEER entre 6,1 y 8,5 se clasifica dentro de la categoría A++, representando una eficiencia muy alta.
  • Para SEERs que oscilan entre 5,6 y 6,1, la clasificación es A+, lo que denota una eficiencia alta.
  • Los equipos con un SEER entre 5,1 y 5,6 se consideran de clase A, reflejando una buena eficiencia.
  • Aquellos con SEER entre 4,6 y 5,1 se ubican en la clase B, indicando una eficiencia moderada.

Es importante destacar que los sistemas de climatización con un SEER inferior a 4,6 no están disponibles en el mercado, ya que no cumplen con los mínimos estándares de eficiencia energética exigidos actualmente.

¿Qué es el SCOP?

El SCOP, o Coeficiente de Rendimiento Estacional, es una métrica esencial que se utiliza para evaluar la eficiencia energética de los sistemas de aire acondicionado cuando operan en modo de calefacción. Este coeficiente mide la relación entre la energía térmica generada para calefacción y la energía eléctrica consumida durante un período determinado, típicamente a lo largo de una temporada de calefacción. Un SCOP de 4 indica que por cada kilovatio-hora (kWh) de electricidad utilizada, el sistema es capaz de producir cuatro kWh de calor.

Este indicador es crucial al seleccionar un sistema de aire acondicionado, ya que puede influir significativamente en el consumo energético del aparato, representando hasta el 90% del mismo en casos donde el aire acondicionado se emplee como principal fuente de calefacción. Por lo tanto, un SCOP más alto señala una mayor eficiencia energética, lo que se traduce en un menor consumo de energía y, por ende, en una reducción de los costos operativos a largo plazo.

Potencia sonora de la unidad interior

La emisión sonora, medida en decibelios (dB), es una métrica crucial para evaluar el confort acústico de los espacios. Interesantemente, un incremento de tan solo 3 dB duplica la percepción del nivel de ruido, lo cual significa que una unidad interior que emite 22 dB es percibida como el doble de ruidosa en comparación con una de 19 dB.

El impacto acústico es un factor determinante en la selección de equipos de climatización, destacando que, para ponerlo en perspectiva, un lavavajillas considerado “silencioso” opera alrededor de los 40 dB. Las unidades interiores de sistemas de climatización se sitúan típicamente en el rango de 19 a 24 dB, categorizándolas como extremadamente silenciosas.

Sin embargo, es crucial tener en cuenta que las especificaciones de “presión sonora mínima” indicadas en la documentación de los productos representan el nivel más bajo de ruido que el equipo puede generar. Esto significa que, bajo ciertas condiciones, el nivel de ruido podría alcanzar hasta 40 dB en algunos modelos.

Cabe destacar que el ruido se produce principalmente durante la fase de soplado del aire y, excepto durante el inicio del funcionamiento, el nivel de sonido tiende a estabilizarse cerca de su valor nominal.

Potencia sonora de la unidad exterior

La emisión de ruido de la unidad exterior es un factor crucial a considerar, dado que requiere una planificación meticulosa en su cálculo o ubicación para evitar molestias. Las unidades exteriores presentan niveles de emisión sonora que varían de 42 dB a 56 dB, asegurando un entorno relativamente tranquilo.

En contraste con las unidades instaladas en interiores, el rango de variación en los niveles de presión sonora de las unidades exteriores es bastante estrecho, oscilando solo entre 2 y 3 decibelios. Esto indica que la percepción del cambio de intensidad sonora es mínima, lo cual es un aspecto positivo al considerar el impacto acústico en el entorno y la comodidad de los usuarios.